Como prolongación de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y una de las últimas estribaciones de Sierra Morena se encuentra la Sierra Pelada.
Posee un relieve de media montaña en el que podemos ver sierras lineales, profundos barrancos y bosques de galería, en la Rivera del Aserrador.
Una decisión acertada es recorrer la zona haciendo cicloturismo, senderismo o a caballo.
Podrá ver chopos, fresnos, quejigos y dehesas, donde alcornoques y encinas reinan a sus anchas.
Pero el hombre también ha modificado el terreno sustituyendo la vegetación autóctona por otra foránea como el pino piñonero o el eucalipto. La explotación de estos montes ha sido, en ocasiones y por desgracia, el único recurso para la escasa población de la zona.
Pero si por algo es conocida Sierra Pelada, siendo motivo suficiente para una visita pausada, es por albergar una de las colonias más importantes de buitre negro de la Península Ibérica. Otras rapaces, como el águila culebrera, o mamíferos, como el gato montés, pueden ser divisados en el entorno. Pero ninguno posee el grado de protección del que disfrutan el buitre o la cigüeña negra, especies emblemáticas de los cielos de Cabezas Rubias.