Languidece abril y la Puebla de Guzmán refulge de alegría…
La Virgen de la Peña espera ya, impaciente, desde su atalaya en el Cerro del Águila… Más de 5 siglos de veneración y de cultos en romería.
Mayordomos y caballistas emprenden camino a la ermita…
Guían la procesión los danzadores, con su baile de espadas al compás de gaita y tamboril…
Los trajes de gabacha y gabacho, elegancia y orgullo de raíces ancestrales…
Comida de pobres… Comunión y hermandad…
El Sermón de Súplicas, íntimo y sentido epílogo, renovación de promesas…
Virgen de la Peña, veneración sin igual…