Sus playas de fina y suave arena blanca…
Su exagerada belleza…
Su eterna primavera…
La buena cocina de sus restaurantes…
Todo el espacio del mundo para pasear o hacer deporte…
Y la cercanía a la capital…
Todo esto es lo que ha hecho de Mazagón la predilecta del turismo onubense.
En pocos lugares podemos ver a los pinos llegar hasta la misma playa…
Portentosas dunas salvajes y acantilados conmovedores…
Soberbios, gallardos y majestuosos…
Miran al atlántico guardando secretos del pasado…