El hecho de que, desde antiguo, haya pasado por aquí una ruta de transhumancia explica la existencia de esta fuente. Haga un pequeño esfuerzo e imagine a pastores y rebaños descansaban a sus pies.
Cumbres de Enmedio, cuyo trazado revela influencias de Extremadura y del vecino Portugal, dispuso de esta sencilla construcción que se divide entre abrevadero para animales y lavadero.
En el pilar, a donde las aguas llegan desde el abrevadero, se arremolinaban las mujeres a lavar las ropas. El abrevadero, mientras tanto, colmaba la sed del ganado cumbreño y foráneo.
No es difícil suponer la enorme vitalidad de este lugar, donde la vida social era muy animada. Seguramente a su orilla se citaran amigos en animadas charlas, se urdieran amores o se cerraran tratos. Las fuentes y, en general, todos los lugares donde se aprovechaba el líquido elemento, como molinos y huertas, disfrutaban de una ajetreada actividad.
Ahora, perdida gran parte de su utilidad, es uno de los más bellos exponentes que quedan en la comarca y clara muestra de la historia de su pueblo.
Los cumbreños, agradecidos por el servicio prestado, por el agua fresca que tanta sed sació, la cuidan con tesón y acuden a tomar el fresco en las agradables noches de verano.