La desembocadura de los ríos Tinto y Odiel dibuja con la excelsa belleza de la naturaleza salvaje los contornos del Paraje Natural Marismas del Odiel.
Reserva de la Biosfera, en sus más de 7.000 hectáreas convive una gran diversidad de paisajes, desde marismas mareales a lagunas, pasando por la playa del Espigón, los bosques o las islas de Enmedio, Saltés y Bacuta, separadas por extensos brazos de agua.
Un lienzo natural salpicado por el salitre y la brisa marina que Gibraleón comparte con Huelva, Aljaraque y Punta Umbría y desde el que se puede disfrutar de la llegada de miles de aves que encuentran en estas marismas un lugar inmejorable de nidificación o de parada en su migración.
Especies como el águila pescadora, la garza real, el aguilucho lagunero o el flamenco, entre otras muchas, tienen su hogar en Marismas del Odiel, cuya riqueza natural atrajo a diversas civilizaciones como la tartésica, la romana o la musulmana, y de las que aún se conservan vestigios como el yacimiento arqueológico de Salthish, que albergó la capital del reino taifa de los Baikríes en los siglos X y XI.