Ahora que tanto se habla de la energía renovable, del consumo sostenible y de la necesidad de cuidar del medio ambiente es preciso mirar atrás y ver cómo, desde el pasado, los onubenses siempre hemos sabido aportar el talento en pos de nuestras necesidades y el respeto al entorno.
Los mejores ejemplos son los molinos, de muchos tipos, repartidos por toda nuestra provincia.
El que ahora nos ocupa es, con toda seguridad, el molino mareal mejor conservado de Huelva y, probablemente, de Andalucía.
El trigo, procedente de Sanlúcar de Barrameda o Sevilla, llegaba por mar hasta aquí, donde las seis muelas convertían al cereal en una excelente harina para consumo, principalmente, de los pueblos de Isla Cristina y Ayamonte. Cesa su actividad en el año 1945.
Existían otros molinos mareales aparte de este de “El Pintado”, que toma su nombre del propietario del mismo, pero solamente él llegó hasta nuestros días en este estado tan bueno gracias, principalmente, a la última restauración llevada a cabo en el año 2007.
Gracias a esto ahora disfruta de una actividad y tránsito de personas perdido desde 1946, cuando fue abandonado y dejo su función primera. En éste el visitante podrá ver el aprovechamiento histórico y los usos que el hombre ha dado a la marisma desde hace siglos.