Las aguas del Atlántico alcanzan con suave caricia la alfombra de arena blanca y fina que Punta Umbría le tiende a su llegada.
Flanqueando la playa, entre el casco urbano y La Bota, emerge majestuoso el Espacio Natural de los Enebrales, con su frondoso bosque de pinos, enebros, sabinas y plantas aromáticas.
Un remanso de paz en el que el tiempo parece detenerse para ofrecer paisajes de enorme belleza y un alto valor ecológico, en los que habita una peculiar fauna de aves y reptiles, como el camaleón.
Seis senderos construidos con pasarelas de madera y una vía verde que lo atraviesa a lo largo permite a senderistas y cicloturistas adentrarse en Los Enebrales para disfrutar de su riqueza natural hasta llegar a la playa, donde las mareas dibujan impresionantes mosaicos de conchas marinas de incontables formas y colores.