“Ya vienen los danzaores”, se escucha junto a la gran candela, a recoger el paso de San Sebastián. Villanueva de las cruces espera ya nerviosa, como cada enero, la salida del patrón.
Sonidos de cascabeles y el golpe seco, metálico pero acompasado, de los garrotes al dar en el suelo. Bailan los danzaores cruceños para reverenciar al Santo al son de flauta y tambor.
Guía el grupo el cabeza, el rabero va detrás. Camisa blanca, banda roja de San Sebastián, lucen vestimenta con orgullo. Arco simple, arco doble, arco hacia atrás y el círculo, en perfecta coreografía de movimientos.
Acaba la procesión, ya todos dentro de la iglesia. El último baile, bajo los garrotes, para despedir al patrón. Siete meses de espera, hasta agosto, para seguir danzando con devoción.