PatrimonioSanta Ana la Real, situada en un pequeño valle, es un pueblo arraigado en sus tradiciones, con fiestas peculiares como las candelas de San Juan, EL Corpus Christi o las fiestas patronales en honor a Santa Ana.
El siglo dieciocho iluminó a Santa Ana reduciendo la mortalidad y aumentando la población, gracias al incremento de la actividad agrícola y del intercambio comercial.
Quizás por esto se terminó de levantar, justo en los años en que se independizó de Almonaster la Real, la Iglesia de Nuestra Señora de Santa Ana, empujados por la necesidad de un templo de mayor tamaño.
En estilos renacentista y neoclásico, con planta de cruz latina, una nave central de gran altura y un coro desde el que se accede a una torre de dos cuerpos es, sin duda, su edificio más representativo.
Diversas capillas con retablos, en los que vemos las imágenes de la patrona y de varios santos, así como la interesante pila de bautismo donada en 1.601 por Domingo López, decoran el interior del templo.
Su reloj, construido por el relojero del ayuntamiento de Bilbao, da la hora a todo el pueblo desde que fuera colocado en sus muros de ladrillo en el año 1.865.
Si está de paso por este hermoso enclave serrano, situado en un antiguo cruce de caminos, deje la prisa para otro momento y de un paseo tranquilo disfrutando del olor de la sierra y de su gente amable.
