Ya desde lejos su torre saluda al visitante que entra en Chucena. Y es que la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la Estrella se alza coqueta hacía el cielo, imitando sin pudor a la Giralda de Sevilla, pero más comedida.
Construida en el dieciocho sobre una anterior del siglo doce, de su exterior cabe destacar la sencillez de sus fachadas y sus tres portadas.
Pero en su interior, de una sola nave, es donde encontramos lo más interesante.
Su imponente retablo es una auténtica joya barroca, sin parangón en toda la provincia de Huelva.
Obra de Julián Giménez, es una alegoría a la virgen donde sus tres calles muestran relieves con pasajes bíblicos e imágenes y medallones de santos.
En el centro la imagen de la Patrona de Chucena, la Virgen de la Estrella, una hermosa talla del siglo dieciséis.
Si quiere contemplar este templo con todo su esplendor le recomendamos que acuda durante el Jueves Santo, el Corpus Christi o las fiestas patronales, a mediados de agosto.