De muchos motivos dispone Villanueva de las Cruces para que el viajero deba realizar una visita pausada dejándose llevar por el agradable ambiente de sus calles.
Pero sin irnos más lejos el principal, además del carácter amigable de sus habitantes, es su bello patrimonio.
A la cabeza de él se encuentra la Iglesia Parroquial de Santa María de la Cruz, construida en 1788 siguiendo los patrones del estilo neoclásico.
Situada en el centro del pueblo junto al ayuntamiento, en este lugar se alzaba otra iglesia mucho más antigua que probablemente quedará dañada por el brutal terremoto de Lisboa de 1755.
Con una sola nave de grandes columnas unidas por arcos de medio punto a modo de capillas laterales y cubiertas de bóveda de cañón, su interior muestra la luminosidad típica de las iglesias del sur.
Dos son las puertas que dan acceso a esta preciosa y sencilla iglesia: la del Evangelio y la de la Epístola.
La fachada, con la portada principal enmarcada en pilastras y un frontón triangular, se remata con una bella espadaña a dos cuerpos que da un toque muy andaluz al conjunto.
Su interior guarda imágenes de enorme belleza que son el orgullo de los cruceños