La iglesia parroquial de Santa Catalina se levanta resplandeciente, orgullosa de pertenecer a un pueblo tan bonito, en medio del caserío de·El Granado.
Construida en la segunda mitad del siglo XVIII sobre otra anterior de estilo gótico mudéjar, está dedicada a la patrona de la localidad, Santa Catalina de Alejandría.
En su construcción participó el famoso arquitecto Pedro de Silva, quien verificó la ruina del anterior templo. La obra fue ejecutada por Joaquín Herrera según el proyecto de Ambrosio de Figueroa.
Fue levantada en estilo neoclásico con planta de cruz latina presentando una solitaria nave y crucero. Para cubrirlas se adoptan distintas soluciones que van desde el cielo raso hasta la bóveda vaída del crucero o la de cañón del presbiterio.
Su decoración es sobria, propia de su estilo arquitectónico. Posee tres puertas de acceso, dos laterales y una frontal a los pies. Ésta está enmarcada por pilastras, frontón y un óculo superior que deja pasar la luz al interior del edificio.
En la misma fachada se puede ver la torre, con dos cuerpos, un chapitel piramidal y cuatro aberturas con arcos de medio punto para las campanas.