La torre del campanario de la Iglesia de Nuestra Señora de los Remedios preside majestuosa el cielo de Aljaraque, resistiendo sólida los envites del paso del tiempo. No en vano, más de 250 años la contemplan, desde que fue levantada en sustitución de una antigua torre-atalaya a la que se adosó el templo.
Una parroquia, la de Nuestra Señora de los Remedios, que ha sufrido numerosas reconstrucciones. Levantado allá por el siglo XVI, ya en 1713 debió ser modificada debido a la caída de las campanas por fuertes vientos. Y prácticamente reconstruida tras el derrumbe del campanario en el terremoto de Lisboa en 1755. Precisamente, la planta actual se mantiene desde esa época.
La iglesia cuenta con una sola nave, cubierta con una sencilla armadura de madera, y crucero, originado tras la última ampliación, en 1950. El templo rinde culto a Nuestra Señora de los Remedios, Patrona de Aljaraque. La imagen es obra de Antonio León Ortega, de 1951, realizada para sustituir a la anterior talla, destruida, junto a otras imágenes, durante la Guerra Civil. Motivo por el cual se construyó un humilladero que recordara los sucesos y en el que se pudiera venerar la imagen hasta que pudiera adquirirse una nueva.