El Corpus Christi de Hinojos no deja indiferente a ningún forastero.
Los hinojeros han sabido mantener y aumentar, siempre atentos a la tradición, el espectacular folclore de esta fiesta.
Romero, lentiscos, helechos y biznagas, adelfas y eucalipto… mucho eucalipto.
Calles alfombradas, arcos hechos con ramas…Desaparece el blanco de las fachadas… reina ahora el verde, intenso y oloroso.
En los altares, repartidos con generosidad, esperan radiantes los vecinos. Alegría, toda la alegría del mundo… esa que sólo los hinojeros saben expresar y contagiar con tanta naturalidad.
Y entre tanto esplendor aparece la Custodia portada por jóvenes, y detrás los niños vestidos de primera comunión.
Esta es la fiesta del pueblo, por nada contaminada en el tiempo, pura e inmaculada felicidad festiva, ¡el Corpus de Hinojos!