Puerto Gil, uno de los dos núcleos que forman Corteconcepción, creció a partir de esta humilde y coqueta ermita de San Juan Bautista, construida en el siglo XVIII.
Es pequeña pero no por eso menos interesante. Su planta basilical de tres tramos con arcos de medio punto y capillas laterales siguen la estructura de otras construcciones religiosas de la época. La bóveda de cañón, con arcos fajones que la dividen en tramos regulares, acaba en el ábside con cúpula sobre pechinas.
Ya en el exterior llama la atención la solución de la fachada, nada habitual en la zona: el ladrillo. El visitante que sea buen observador podrá apreciar decoración almohade en la parte inferior, en forma de red de rombos. Más evidente es el rosetón que deja pasar la luz al interior del templo. Todo el conjunto lo remata una espadaña con casi la misma talla que el resto del edificio.
Su sobriedad constructiva, característica de la arquitectura popular presente en algunos monumentos de la época, sobre todo en los de estilo barroco, delata el carácter rural del entorno.
A su patrón, San Juan Bautista, dedican todos los 24 de junio unas bonitas fiestas en las que no faltan su procesión y las tradicionales hogueras.