Entre el Galaroza y Navahermosa está El Talenque. Acondicionado para el disfrute de vecinos y visitantes, todo en él estimula los sentidos.
La vista se deleita con uno de los últimos bosques de roble melojo de la sierra. Es en primavera y otoño cuando muestra los colores más sublimes.
Para el oído es un ejercicio de adiestramiento pues, a veces, venados, jabalíes, zorros, u otros animales como el águila real o el buitre negro interrumpen, tímidamente, el silencio.
El olfato se deja mimar por el olor al romero y a flores que, a través de la miel de los panales que abundan en la zona, endulzan los paladares de la comarca.
Aquí se celebra en junio la Romería del Talenque, en honor a la Divina Pastora de las Almas, cuando los cachoneros, como se conoce a los naturales de Galaroza, pasan dos días de fiesta en este precioso entorno.