PatrimonioDesde su fundación, la Compañía de Jesús tuvo un marcado carácter docente que en Trigueros se materializó en este edificio, popularmente conocido como “La Campana”.
De fama injustamente olvidada, su legado es tan monumental como la propio cosntrucción. Pasa por ser la primera comunidad jesuita en Huelva y de las primeras en Andalucía, poseyó la primera imprenta de la provincia, algo que no se debe valorar a la ligera, y sus planos se presumen tan interesantes que se guardan en la Biblioteca Nacional de Francia.
Fue el triguereño y jesuita Francisco de Palma el fundador del colegio de Santa Catalina, quien aportó noventa mil maravedís anuales para el mantenimiento de la actividad educativa en Trigueros. En él se estudiaba gramática, latinidad y las cátedras de lenguas indígenas.
Pero este brillante pasado, esta fortuna del destino de Trigueros, se vio truncada, primero, por la falta de fondos e interés por restaurarlo tras el Terremoto de Lisboa y, segundo, por los propios avatares de los jesuitas, quienes fueron expulsados de España en 1767 y 1826. Fue en la primera de las dos fechas, concretamente el 3 de abril de 1767, cuando este colegio quedó definitivamente cerrado y empezó su declive lamentable provocado por el poco respeto hacia este bello edificio.
Por suerte fue rescatado por el ayuntamiento a tiempo de acometer unas complicadas pero necesarias reformas para que pueda ser disfrutado por todos los vecinos y visitantes del este bello pueblo del Condado.
