Seña de identidad de una comarca dedicada desde tiempos inmemoriales a la minería. Montaña invertida excavada en las entrañas de la tierra. Escenario cinematográfico y paisaje indescriptible. Así es la Corta Atalaya.
Situada sobre la masa San Dionisio, nos encontramos con la mayor excavación minera a cielo abierto de Europa, cuya explotación duró hasta mil novecientos noventa y siete.
Sus dimensiones son descomunales, superando los mil doscientos metros de diámetro por su parte más ancha y los trescientos cuarenta y cinco de profundidad, excavados sobre bancos de doce metros de alto.
Desde la perplejidad que provoca el que fuera el proyecto más ambicioso de la Rio Tinto Company, no es difícil imaginar, cual si de hormigas se tratasen, a los miles de obreros cargando y transportando los minerales que arrancaban a la tierra.