Era tan distinta la vida entonces, hace siglos, aunque a lo mejor no muchos, que hoy parece mentira.
Pero no debemos olvidar, hay que aprender a leer la piedra herida, rendir tributo justo a nuestros sufridos antepasados.
Villanueva de los Castillejos sabe mucho de trabajo, del duro esfuerzo para ganarse el pan. A los castillejeros nadie les ha regalado nada.
El Corral Concejo es testigo de tamaño esfuerzo. En él se guardaba el ganado que se perdía para poder devolverlo a su dueño.
Tras pagar el canon el animal salía y un problema menos para el humilde pastor.
Hecho de piedra, con forma circular, servía también de lugar para herrar las reses y los caballos, tan necesarios para la vida diaria.
Y si venían malas para el pueblo en él se guardaban animales que acababan con la injusta hambre.
Corría el siglo dieciocho… cuanto han cambiado las cosas…