Aroche, empeñado en mantener su rico patrimonio, conserva perfecto su entramado de calles típicas...
Y en él… el Convento de “La Cilla”…
Su historia comienza en mil seiscientos treinta y cuatro…
Lugar de meditación para la orden de los Jerónimos…
Los restos de sus molinos de aceite demuestran que también fue un centro agrícola.
Su actividad se mantuvo hasta el siglo diecinueve, cuando la desamortización de Mendizábal lo convirtió en casa de vecinos.
Y desde entonces ha tenido muchas suertes… incluso fue cárcel durante la Guerra Civil.
Ahora, como Centro de Recepción de visitantes, alberga interesantes restos de las culturas presentes en la historia de Aroche…
… y un peculiar Museo del Rosario, merecedor de un record Guiness pues tiene piezas de todas las confesiones religiosas, continentes y muchas personalidades históricas
El Convento de los Jerónimos de Aroche… “La Cilla”… A sus pies, Aroche… A lo lejos, la sierra…