Entre las viviendas de estilo victoriano construidas a finales del siglo diecinueve para albergar a los directivos de la “Rio tinto Company Limited”, descubrimos el Club Inglés de Bella Vista.
Con ciento treinta y cinco años de historia, reflejo de una época de esplendor, fue concebido como un espacio lúdico y lugar de encuentro exclusivo para hombres.
Su interior de madera y estancias decoradas con esmero albergan no pocas sorpresas.
El bar, la biblioteca, el salón, cualquier rincón invitaba a beber, jugar al billar o conversar tras largas jornadas de trabajo en la mina.
En el exterior, rodeados de vegetación traída de todas partes del Imperio, sus socios podían practicar deportes como el fútbol, cricket o tenis, siendo esta localidad la puerta de entrada a la península para éstos.
Tierra fecundada por culturas diferentes, oscilante entre lo andaluz y lo universal, así es Minas de Ríotinto.