De calles estrechas y tortuosas, Corteconcepción se alzó adaptándose al terreno.
Con un caserío denso, se adivina su carácter defensivo por la planta de la iglesia de la Inmaculada Concepción. Frente a ella se sitúa la plaza, en su origen centro de la población.
La arquitectura popular de las viviendas revela la condición humilde y agrícola de sus habitantes. A partir del siglo diecinueve la burguesía del pueblo levantó casas de arquitectura “más culta”, lo cual no resta homogeneidad al conjunto de calles que forman este bello pueblo.
Puerto Gil, barrio situado en el otro extremo, muestra mayor orden en el trazado, con calles rectas y manzanas rectangulares formadas por casas de doble fachada, la principal para acceso a la vivienda y la trasera para los trabajos agrícolas.
Corteconcepción es una pequeña joya enclavada en plena sierra, merecedora de una visita pausada, de un paseo tranquilo.