Los trabajadores y directivos de la Río Tinto Company Limited, además de sus costumbres, deportes y arquitectura, trajeron a la comarca sus tradiciones religiosas.
Ubicada en el característico Barrio de Bella Vista, fue construida en 1891 por la compañía minera para que sus trabajadores, en su mayoría escoceses, pudieran seguir practicando el culto religioso. Hasta entonces, pastores protestantes como el Reverendo Mc Donald, tenían que atender a sus parroquianos en las dependencias de Club Inglés.
Este pintoresco edificio consta con una sola nave a dos aguas rematada en sus extremos por dos pequeños cuerpos, que son el atrio y la sacristía. Se trata de una reproducción simplificada de las típicas capillas presbiterianas escocesas, conocidas como “Kirks”.
El interior, en perfecta concordancia con la apariencia exterior de la capilla, está decorado con cubiertas y artesonado en madera, conservando el mobiliario original del que destaca el pequeño órgano situado en el centro del coro.
Los elementos que la configuran, así como su sencillez constructiva, hacen de esta capilla el contrapunto idóneo al conjunto colonial británico que es este barrio. Finalmente, fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2004 por ser un elemento fundamental para entender la importancia de la minería en este asentamiento.